martes, 29 de abril de 2008

Agua y Energía: la necesidad de un diálogo abierto y claro para gozar mejor de los derechos

FOTO NBA: Mujeres de Gunjari, valle del Narmada, pasaron 9 días paradas en las aguas que subían en protesta por la falta de medidas para el reasentamiento.

Boletín de Prensa No. 002

Los próximos 29 y 30 de abril autoridades, investigadores y dirigentes populares se darán cita en el Salón de Actos Culturales, de la Universidad Técnica de Manabí (Av. Universitaria, Portoviejo) con un objetivo común: debatir sobre el agua, la energía y los derechos ambientales y sociales de los pueblos aledaños a proyectos hidroeléctricos en el Ecuador.

“Apoyar a la Asamblea Constituyente en la revisión de los principios fundamentales y criterios generales para la conservación y manejo de ambientes acuáticos y recursos hídricos en el Ecuador, a través de una propuesta técnica con énfasis en la energía”, es una de las expectativas de Jorge Celi, quien al momento estudia en el Departamento de Zoología de la Universidad Estatal de Michigan, tras una amplia experiencia de trabajo con organizaciones en Ecuador.

Para Celi, es importante “tener un diálogo abierto y claro entre representantes de varios sectores de la sociedad sobre la diversidad de recursos hídricos y ambientes acuáticos del Ecuador, su estado actual, y las opciones para su mejor manejo y conservación”. Su visión se complementa con las inquietudes de John Wilson, de la Comisión de Energía de California, quien considera que el espacio puede ser de enriquecimiento mutuo en conocimientos y experiencias: “en California, donde tenemos fuertes políticas para promover la eficiencia energética y las energías renovables, consideramos que los resultados han sido menores costos y menor polución. Quiero hablar con gente en el evento sobre cómo estos temas podrían ayudar a proteger el ambiente y la salud pública en Ecuador”.

De su parte, Monti Aguirre, de International Rivers, espera aprender “sobre las experiencias resultado de la construcción de represas en Ecuador, y compartir las recomendaciones de la Comisión Mundial de Represas, que apuntan hacia evaluar las opciones energéticas, maximizar la eficiencia; y respetar los derechos de las personas afectadas arriba y debajo de la represa, y la conservación de los ríos".

La Comisión Mundial de Represas, que existió entre 1998-2000, calculó que había en el mundo más de 45 mil represas, cuya construcción alcanzó su máximo nivel en la década del setenta, con unas 5.400 represas anuales, y que empezó a decaer en un 60% desde entonces. Su capacidad de generación de electricidad, irrigación, suministro de agua para consumo humano y control de inundaciones es sometida a cuestionamientos cada vez más. Por otra parte, se considera que suelen presentar excesos en cuanto a sus costos y tiempos de ejecución, así como se busca información confiable sobre los réditos económicos reales que las represas producen.



Quito, 24 de abril de 2008.

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